Viajamos a Israel, un país en guerra

Este año se nos presentó la oportunidad de viajar a Maldivas, teníamos algo más de 15 días libres y queríamos conocer este curioso país formado por más de 1000 islas sobre el océano índico. Dos semanas enteras nos parecía demasiado tiempo para pasarlas tirados al sol y explorando los fondos submarinos de Maldivas, así que nuestros culos inquietos empezaron a plantearse pasar solo una semana en Maldivas y visitar de camino algún otro país.

India, Sri Lanka, Egipto, Arabia Saudí… muchos fueron los destinos que barajamos hasta dar con alguno que nos interesase, nos cortase el viaje de ida y que además tuviese vuelos más o menos baratos. Finalmente dimos con Israel, cumplía todos esos requisitos y además nos permitía acercarnos a Jordania para conocer Petra y visitar el Desierto de Wadi Rum.

Siendo totalmente sinceros nunca nos habíamos planteado visitar Israel y cuando finalmente lo hicimos descubrimos un país muy interesante. Nosotros volamos con Wizz Air con una escala nocturna en Rumanía, donde cogimos una pensión junto al aeropuerto para descansar un poco.

Tel Aviv

Finalmente llegamos a Tel Aviv el sábado 21 de enero a las 09:50 con nuestro primer día por delante para descubrir esta ciudad. Lo primero que hicimos al llegar al aeropuerto fue alquilar un coche por el que pagamos 460€ por 7 días.

Numa, a Jaffa Hotel

Las carreteras en Israel son modernas y están en buen estado, así que en un periquete nos plantamos en nuestro hotel, el Numa Jaffa Hotel. Este alojamiento fue un acierto por varios motivos, el primero y más importante es por su ubicación, ya que se encuentra en la zona de Jaffa, que para nosotros es con diferencia la mejor para alojarse. Además el hotel tiene habitaciones grandes, cómodas y modernas con todo tipo de detalles, y una azotea con vistas donde cada mañana degustamos un desayuno bien rico.

La antigua ciudad de Jaffa fue la parte que más nos gustó de Tel Aviv. Hoy en día se considera un distrito más de la ciudad, pero en su momento fue uno de los puertos más importantes de la zona. Para conocerla lo mejor es hacer algún tour que te cuente la historia del lugar mientras recorres sus calles. Nosotros lo hicimos con Sandemans en inglés y aprendimos cosas muy interesantes.

Lo que más nos gustó de Jaffa es el ambiente que se respira. Hay muchísimos bares, tiendas, restaurantes, mercadillos, callecitas y toda la zona de la playa con un estupendo paseo marítimo. Para comer os podemos recomendar el Alkalha yafa, un restaurante con comida local que nos sugirieron en nuestro hotel y nos gustó mucho.

Ya fuera de Jaffa, otro de los lugares donde se puede comer muy bien es el Sarona Market. Se encuentra en la zona moderna de la ciudad y es un lugar perfecto para deleitarte con la gastronomía. Es un mercado interior decorado con mucho gusto que cuenta con unos 90 puestos que ofrecen todo tipo de comida. El lugar es también conocido porque en 2016 dos palestinos armados cometieron un ataque terrorista donde murieron cuatro personas y otras dieciséis resultaron heridas.

Para bajar la comida os recomendamos dar una vuelta por el barrio de Neve Tzedek y la Plaza Habima, donde encontrarás el Palacio de Cultura, el Pabellón de Arte Contemporáneo y el Teatro Habima, así como muchos edificios de estilo Bauhaus.

Mercado Carmelo

Si quieres seguir paseando no te pierdas el famoso Parque Yarkon (el más grande de la ciudad) y el Mercado Carmelo, donde encontrarás casi cualquier cosa que andes buscando. Es una calle muy larga repleta de puestecillos de comida, ropa y todo tipo de cachivaches.

Por último, no te pierdas la puesta de sol desde el paseo marítimo y la vida nocturna de Tel Aviv. Eso sí, cuidado con los precios que Israel es uno de los países más caros del mundo.

Mar Muerto

Tras conocer Tel Aviv cogimos nuestro coche de alquiler y pusimos rumbo a nuestro siguiente destino, el Mar Muerto.

Ein Bokek

¿Sabías que en realidad no es un mar? Es un lago que hace de frontera natural entre Jordania, Palestina e Israel, por lo que puede visitarse desde los tres países. El Mar Muerto tiene la famosa peculiaridad de que sus aguas tienen nueve veces más sal que cualquier otro mar del planeta, por lo que podemos flotar sin esfuerzo dentro de sus aguas.

En nuestro caso investigamos bastante y elegimos la zona de Ein Bokek para visitarlo. Hay diferentes accesos al Mar Muerto y no todos están igual de cuidados. Hay algunos que son de pago y ofrecen servicios adicionales como duchas (importante para quitarse la sal tras el baño.)

Ein Bokek es un acceso gratuito que cuenta con una bonita playa, restaurantes, hoteles, tiendas y duchas. Nos gustó mucho y disfrutamos de un agradable baño en estas aguas. La experiencia de flotar es muy curiosa y merece mucho la pena probarla. No olvides llevarte escarpines porque el suelo está lleno de bolas de sal que pinchan una barbaridad.

Eilat

Red Canyon

Después del baño volvimos al coche y seguimos conduciendo rumbo al sur de Israel, donde se encuentra la ciudad de Eilat. Antes de llegar hicimos una visita al Red Canyon, que está solo a 20 minutos de la ciudad y es un bonito cañón para hacer una ruta recorriendo sus desfiladeros y trepando por sus rocas.

Eilat es un lugar vacacional cuyo mayor atractivo es el Mar Rojo, donde se pueden hacer excursiones en barco y actividades como el buceo o el snorkel. La zona tiene mucha vida y está repleta de restaurantes, chiringuitos, tiendas y hasta un pequeño parque de atracciones.

Por desgracia nuestro itinerario estaba demasiado ajustado y no tuvimos tiempo de explorar con calma esta zona, ya que nuestro plan era cruzar a Jordania por la frontera de Wadi Araba. Este cruce conecta las ciudades de Eilat (Israel) y Áqaba (Jordania), y es uno de los tres pasos terrestres que puedes utilizar para cruzar de un país a otro.

Paso fronterizo de Wadi Araba

Pasar la frontera no es tan sencillo como estamos acostumbrados en Europa. Israel y Jordania no tienen la mejor relación y los trámites son más tediosos. Nosotros no tuvimos excesivos problemas, pero nos hicieron muchas preguntas y por poco no nos quitan el dron que llevábamos.

Es importante saber que hay que pagar visado para salir de Israel y otra vez para entrar a Jordania, aunque este último te lo puedes ahorrar si adquieres la Jordan Pass (que te da acceso a muchas atracciones turísticas) o si pasas al menos tres noches en el país.

Según leímos el paso de Wadi Araba es el más laxo y donde menos problemas ponen, además te hacen el visado al momento evitando así pedirlo con antelación. Nosotros no tardamos demasiado en cruzar, pero hay gente a la que hacen esperar bastante, así que id con paciencia por si acaso.

Jerusalén

Después de pasar tres días en Jordania volvimos a Israel cruzando de nuevo la frontera. Como no se puede pasar con el coche, tuvimos que dejarlo aparcado en una explanada de tierra que se utiliza como parking. Nuestra sorpresa al llegar fue que otros viajeros habían aparcado en tres filas dejando nuestro vehículo en medio y bloqueándonos la salida.

¡Esto nos complicaba las cosas! Teníamos planeado conducir hasta Jerusalén (unas cuatro horas) y al día siguiente por la noche coger nuestro avión. ¿Qué podíamos hacer?

Nuestro coche de alquiler

Hablamos con la gente de la frontera y llamamos a la compañía de alquiler, pero ambos se lavaron las manos, así que llamamos a la policía. Intentaron contactar con los dueños de los coches mal aparcados, pero ninguno respondía ya que con toda probabilidad estarían visitando el país vecino.

Estuvimos esperando una hora y media y no nos daban solución, solo nos pedían paciencia. Finalmente, y tras varios intentos, conseguimos sacarlo por un hueco muy estrecho rozando ligeramente a los otros coches. ¡Éramos libres!

A partir de ahí todo fue rodado, llegamos a Jerusalén sin más complicaciones y lo primero que hicimos fue acercarnos a nuestro alojamiento, el Hotel Noel. Si vais a visitar la Ciudad Santa os lo recomendamos muchísimo, tiene unas habitaciones preciosas con terraza, bañera y una cama comodísima. Además cuidan cada detalle para hacer que tu estancia sea muy especial.

Hotel Noel

Era viernes y por la noche salimos a dar una vuelta. Es importante recordar que desde la tarde del viernes hasta la noche del sábado los judíos celebran el Sabbat, una tradición religiosa que les impide trabajar y realizar muchas ocupaciones como conducir, coser, plantar, lavar, tocar un instrumento o escribir. Es un período dedicado al estudio de la Torá, el rezo y otras actividades como charlar, cantar, bailar o mantener relaciones sexuales.

Si tu viaje coincide con el Sabbat debes saber que estará casi todo cerrado. Quizá encuentres abierto algún comercio regentado por personas no judías. Nosotros solo encontramos un restaurante chino para comer algo y nos cobraron 125€ por una comida bastante sencilla (cuidado con los precios en Israel).

Muro de las Lamentaciones

Continuando con nuestro paseo nocturno, Jerusalén nos sorprendió con una gigantesca procesión de judíos ataviados con sus típicos trajes de camino al Muro de las Lamentaciones. Toda la ciudad se dirigía a este punto creando una situación que parecía de película. Decidimos seguir a la masa y llegamos a la plaza del muro. Allí el ambiente era festivo, los jóvenes cantaban, bailaban y saltaban con devoción mientras pronunciaban sus rezos y los adultos se acercaban al muro para hacer lo propio. Casualmente era un 27 de enero, día particularmente especial ya que se conmemora a las víctimas del holocausto.

Al día siguiente volvimos a la Ciudad Vieja y el ambiente era muy diferente. Había bastantes turistas y muchos negocios abiertos con trabajadores musulmanes a cargo. Recorrimos la ciudad a través de sus estrechas callejuelas y visitamos algunos puntos de interés como el Santo Sepulcro, la Vía Dolorosa, los diferentes barrios (musulmán, armenio, cristiano y judío), las puertas de la ciudad o el famoso Monte de los Olivos.

Es un lugar que tiene grandes atractivos para los creyentes, aunque muchas de las cosas que te venden como reales no están históricamente contrastadas. En nuestro caso lo que más disfrutamos fue el poder conocer de primera mano cómo está la situación en el epicentro del conflicto entre Israel y Palestina, una guerra abierta por el derecho a la ocupación de estas tierras que tan importantes son para musulmanes, judíos y cristianos.

En nuestro vídeo os contamos más detalles sobre nuestro viaje a Israel y os intentamos explicar este terrible conflicto que se cobra vidas inocentes casi a diario.

Viajar a Israel nos ha hecho conocer más sobre una cultura y religión muy diferentes a la nuestra, visitar lugares únicos, recorrer ciudades que merecen mucho la pena y aprender sobre la historia de este país y su cruel guerra contra Palestina.

Por desgracia, nos faltó tiempo para visitar lugares como Masada, Nazaret, Acre o Haifa, y tampoco pudimos cruzar a Palestina. Así que nos quedamos con ganas de volver para seguir descubriendo toda esta zona.

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