Viajamos a Vigo y a las Islas Cíes

Historia, gastronomía, playas, naturaleza… déjate sorprender por el Concello de Vigo

Cuando planeas unas vacaciones se abre un abanico de posibilidades. Por supuesto las fechas y el presupuesto pueden limitar notablemente tus opciones, pero siempre quedan cientos de alternativas. ¿Cuál elegir?

En nuestro último viaje soñamos con volar lejos de España en busca de paraísos naturales que fuesen capaces de sorprendernos. Como decía nuestras opciones eran numerosas, pero ninguna acababa de convencernos, hasta que nos dimos cuenta que no había que ir tan lejos para disfrutar de un viaje maravilloso. ¡Decidimos quedarnos en España!

Ría de Vigo

Lo que nos convenció fue un artículo del prestigioso diario británico The Guardian que aseguraba que la mejor playa del mundo se encontraba en las Islas Cíes de Vigo. Nosotros, que ya conocíamos Galicia, pero que nunca habíamos visitado Vigo, éramos conocedores de lo bien que se come en tierras gallegas y de la belleza de su región, así que dos amantes de la playa no necesitaban más motivos para empezar a preparar el viaje con ilusión en busca de esa fascinante playa y de las maravillas que Vigo nos pudiese ofrecer.

Equipaje preparado, montamos en el coche y ponemos rumbo al noroeste de la península. Tras varias horas llegamos a Vigo, ciudad que nos sorprende a primera vista por sus bellas calles. Para conocer más a fondo la ciudad y sus secretos optamos por utilizar el bus turístico, que no lleva por los principales puntos turísticos de Vigo mientras aprendemos historia, secretos y curiosidades de la ciudad. El puerto, las playas, las vistas a la ría… cada rincón nos enamora más de esta ciudad repleta de vida. Sin embargo, ya dejando el bus atrás, lo que más nos deleita es pasear por la Plaza de la Constitución y tapear por los distintos bares degustando la exquisita gastronomía del lugar.

Playa de Roda

Tras conocer Vigo estamos preparados para visitar las Islas Cíes, el único parque nacional marino de España. Desde el puerto tomamos un ferry que nos acerca a este archipiélago situado en la boca de la Ría de Vigo. Tras un apacible paseo en barco atracamos en las islas, un lugar deshabitado donde apenas podrás encontrar un camping y un restaurante, todo lo demás es absolutamente natural.

Comenzamos la visita recorriendo la isla en algunas de sus rutas de senderismo. La vista es inmejorable y el paseo más que agradable, por un momento parece que estuviéramos en una isla perdida. Después de un largo paseo divisando fauna y acantilados, es hora de ir a descubrir la famosa Playa de Rodas, considerada la mejor del mundo. El calor aprieta y solo la vista es espectacular, la belleza del agua, con solo naturaleza tras la fina arena blanca, son capaces de convencerte de que estás en un lugar inolvidable. El mar está frío, eso si, pero compensa por el paraje que rodea a esta fabulosa playa.

Para terminar la jornada, nos acercamos al restaurante del camping. La única opción para comer aquí (a parte de llevarte un bocadillo). Nos damos el lujo de una buena comida y no dudamos en probar algunas de las exquisiteces de la zona como las navajas, el pulpo o la empanada. Delicioso 😛

No os perdáis las imágenes que grabamos en este viaje que seguro repetiremos pronto:

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