Estrellas de mar en Cozumel

Llegó la hora de abandonar Tulum en busca de nuestro próximo destino. Lo hicimos con mucha pena, pero con ganas de seguir conociendo un país tan fascinante como México. Nuestra siguiente parada era la isla de Cozumel, otra maravilla que por desgracia tendríamos poco tiempo para disfrutar. Cuando leímos sobre esta isla, sus playas y su fondo marino, supimos que era un lugar en el que fácilmente podríamos habernos quedado 5 noches, pero nos era imposible dedicarle tanto tiempo. Así que con todo el dolor de nuestro corazón decidimos pasar al menos una noche en este increíble lugar.

Cogimos el ferry en Playa del Carmen sobre las 11 de la mañana (hay muchos pero se forman colas largas, recomendamos llegar con tiempo) y antes de medio día ya estábamos en Cozumel.

The Westin Cozumel

Lo primero que hicimos fue coger un taxi a The Westin Cozumel, un hotel situado al noroeste de la isla y que nos acogería esa noche. El hotel es francamente bueno. Las habitaciones son estupendas y tiene una playa privada con un muelle precioso que se adentra en el mar. Tiene varios restaurantes, dos piscinas y todo lo necesario para hacerte sentir en el paraíso. A nosotros nos encantó. Realmente muy recomendable.

Cozumel es la isla más grande del Caribe Mexicano. Posee una rica historia muy conectada con los mayas, así como una gran cantidad de maravillas naturales; otro pequeño paraíso con playas blancas, atardeceres espectaculares y famosa a nivel mundial por sus arrecifes de coral. No es casualidad que sea uno de los destinos más populares del mundo para hacer buceo.

Nosotros solo íbamos a estar un día en la isla así que teníamos claro que queríamos hacer una excursión para realizar esnórquel y ver estrellas de mar. No la habíamos contratado previamente, así que preguntamos en el hotel, pero no nos cuadraba su actividad por horarios, así que cogimos un taxi al puerto y contratamos la primera que reunía nuestros requisitos. No podemos recomendaros una en concreto porque no tuvimos tiempo de comparar, pero por lo que vimos son todas muy parecidas. Unas ofrecen comida a bordo, otras bebidas… eso depende de cuánto tiempo queráis dedicarle y qué os apetezca hacer.

Snorkel en Cozumel

La excursión que nosotros decidimos hacer tiene como destino «El cielo» que es como se le llama al banco de arena donde viven muchísimas de estrellas de mar a tan solo unos metros de la superficie. Es un lugar único en el mundo, declarado área natural protegida y que nosotros no nos lo podíamos perder. Por el camino el barco para en dos arrecifes perfectos para hacer esnórquel y ver tortugas, peces de colores, corales y barracudas. La excursión dura unas cuatro horas y creo que haberla hecho es una de las mejores decisiones que tomamos en el viaje.

El mar en Cozumel es de otro planeta. Las aguas son cristalinas y turquesas. Nos hizo un día precioso y el sol potenciaba los colores de todo lo que se veía sobre el agua y bajo ella. El barquito bajó hacia el sur de la isla y paró en los arrecifes de Colombia y Palancar y ahí tuvimos bastante tiempo para hacer esnórquel. El fondo era una maravilla, se veían un montón de corales y peces de colores pasearse entre ellos. También pudimos ver alguna barracuda enseñando sus afilados dientes. Estuvo realmente bien ese rato y solo por eso ya valió la pena la excursión.

El cielo

Después de ese rico baño, el barco siguió bajando hasta El cielo y de verdad que no puedo describir lo precioso que era aquello. No solo por las estrellas de mar que podían verse desde el barco sino por la claridad del agua que en ese lugar tenía solo unos pocos metros de profundidad y podía verse la arena blanca y el cielo completamente azul. Todo en calma. Ahí el barco paró un rato largo y pudimos nadar y ver las estrellas de mar, realmente como si de un cielo se tratara. Cientos de estrellas perfectas, de color rojo. Por supuesto no pueden tocarse. Vimos también una manta raya gigante nadando justo al lado de nuestro barco. Qué maravilla de lugar. Fue mágico.

El muelle de The Westin Cozumel

Tristemente tuvimos que irnos y el barco nos llevó de vuelta al puerto. Fuimos a The Westin Cozumel y estuvimos un rato disfrutando en la piscina de la azotea que tiene unas vistas al mar impresionantes, luego bajamos a la playa del hotel e hicimos más esnórquel aprovechando que el fondo era chulísimo, y por último nos sentamos en el muelle para ver el atardecer mientras el cielo empezaba a ponerse de colores, primero rosa, luego naranja, rojo… y nos regaló una de las puestas de sol más bonitas de todo el viaje. Nos dimos una ducha y cenamos en el restaurante del hotel.

Piscina en la azotea The Westin Cozumel

Antes de llegar a Cozumel no sabíamos si la decisión de ir a pasar solo un día tenía sentido. Finalmente decidimos acercarnos y coger desde allí el primer vuelo para volar a casa. Tenemos que decir que después todas las cosas increíbles y preciosas que pudimos hacer y ver, tenemos claro que fue la decisión acertada. Ojalá podamos volver y dedicarle más tiempo.

A la mañana siguiente nos hicimos una PCR en el hotel porque ofrecen ese servicio si se necesita para poder volar y fuimos a desayunar. El restaurante donde se sirven los desayunos tiene una terraza que da directamente al mar. Fue una auténtica maravilla poder despedirnos de la Riviera Maya así.

Hicimos la maleta y fuimos al aeropuerto donde cogeríamos un avión a Ciudad de México para pasar las últimas horas en este increíble país. Desde Ciudad de México cogeríamos nuestro avión destino a Madrid donde acabaría este maravilloso viaje.

Lo mejor

La excursión de esnórquel y el hotel

Lo peor

No poder pasar más tiempo en Cozumel

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