Petra, la joya de Jordania

Jordania es un país de Asia ubicado en la región de Oriente Próximo. Limita con Siria, Irak, Arabia Saudí, Israel y Palestina. Su capital y ciudad más poblada es Amán.

Aunque muchos viajeros visitan este País para conocer únicamente Petra (su principal reclamo turístico), Jordania es un país muy interesante y con mucho que ofrecer; además de ser seguro y tener muy buenos precios. Nosotros solo pudimos ir a Petra y al desierto de Wadi Rum, pero si hubiéramos podido nos hubiéramos quedado mucho más. 

Visitamos Jordania a finales de enero y creemos que es una muy buena época para conocer este lugar. Por la noche las temperaturas bajaban y en el desierto hacía frío, pero durante el día la temperatura era muy muy agradable y no hacía demasiado calor. 

Nuestra aventura por Jordania duraría tan solo 3 días y  comenzó cruzando la frontera desde Israel a primera hora de la mañana (tenéis toda nuestra aventura por este curioso país en este artículo). Pasar desde Israel a Jordania es toda una experiencia y puede llegar a ser complicado, pero en nuestro caso fue bastante fácil y relativamente rápido, ya que en media hora estábamos del otro lado. Cruzamos por el paso fronterizo de Yitzhak Rabin y justo a la salida de la aduana, cogimos un taxi y en menos de 15 minutos llegábamos al Aeropuerto Internacional Rey Husein en Jordania para alquilar un cochecito que nos daría libertad para movernos por el país (¡OJO! Dependiendo de la época del año puede haber cambio horario entre estos dos países).

Este fue nuestro itinerario:

  • Día 1: Llegada a Jordania desde Israel, conducir rumbo a Petra. Visita a Little Petra, ruta por la montaña hasta EL Monasterio y visitar Petra.
  • Día 2: Petra desde la entrada principal hasta el centro del complejo. Comida en Wadi Musa. Noche en Wadi Rum.
  • Día 3: Ruta en 4×4 por Wadi Rum y noche en el Desierto.
  • Día 4: Vuelta a Israel.

Petra

La Petra que hoy tantos viajeros ansían visitar fue la capital del antiguo Imperio Nabateo. Vivió su mayor época de esplendor en el siglo I a.C. y concentró gran parte de la actividad comercial de la época. Tuvo un papel fundamental en la ruta del incienso y las especias que unía Omán y Yemen con el Mediterráneo y se convirtió en un cruce de caminos, almacén de mercancías y punto de encuentro de diferentes mercaderes. Llegó a alcanzar una población de unos 30.000 habitantes aunque acabaría anexionándose  al Imperio Romano y también al Bizantino.

Sus espectaculares fachadas talladas en la roca de la montaña no son palacios, ni monumentos, ni viviendas, son tumbas. Petra, además de ser una ciudad comercial, también fue una importante ciudad funeraria para los nabateos, por lo que las tumbas esculpidas en piedra se cuentan por decenas y se reparten por una enorme extensión de terreno que difícilmente conseguirás ver al completo aunque emplees dos días enteros. Las más famosas son El Tesoro, el Monasterio y las Tumbas Reales, aunque hay muchas otras, menos espectaculares, en las que también merece la pena detenerse.

Llegamos a Wadi Musa, el pueblecito colindante con Petra justo para poder hacer el check in en el hotel, el Petra Moon Luxury Hotel que recomendamos muchísimo. Es un hotel situado a justo en frente a la entrada a Petra, muy agradable, con un desayuno riquísimo. La habitación tenía vistas a Petra, además de ser comodísima y creednos, después de la caminata por Petra, lo vais a agradecer muchísimo.

La entrada a Petra está incluida en la Jordan Pass, pero como nosotros no íbamos a poder sacarle partido, la cogimos sin esta tarjeta turística (chequeadla porque os puede interesar), directamente en la taquilla. La entrada para dos personas y dos días fueron 71€ y el horario para visitarla es de 06:00 a 18:00 en verano y de 6:00 a 16:00 en invierno. 

Petra es muy muy grande y se tarda mucho en recorrerla entera. Hay que caminar, es cansado y hay que subir muchas escaleras. Así que si os interesa recorrerla bien, explorar todos sus monumentos, cuevas y rincones, y realmente os apetece sacarle partido pero no queréis morir de cansancio, os recomendamos mucho dedicarle por lo menos dos días completos. Si tienes tiempo y ganas de seguir haciendo rutas puedes dedicarle más días sin problema.

Recorriendo Petra: 

Podríamos decir, a grandes rasgos, que Petra está dividida en tres partes:

La primera parte sería desde la entrada hasta el Tesoro. Este tramo es el que hacen todos los visitantes porque es el más sencillo y El Tesoro es el monumento principal de Petra, lo que todos quieren ver. Aquí se aglomeran una inmensa cantidad de visitantes, locales con camellos y burros, y hasta familias enteras de perros. Si quieres verlo sin colas de gente frente a él esperando a hacerse una foto y poder contemplarlo con calma y admirando su auténtica belleza, te recomendamos mucho que vayas por ahí en cuanto abran por la mañana o cuando estén a punto de cerrar y ya no haya prácticamente gente. Podrás hacer fotos tranquilamente.

La segunda parte está comprendida desde el Tesoro hasta el centro de la ciudad donde encontrarás el Gran Templo o la calle columnada. Aquí paserás por la calle de las fachadas y verás el núcleo de la ciudad. Es absolutamente abrumadora la cantidad de tumbas, edificios y rincones que hay. Para ver algunos de ellos tendrás que subir muchas escaleras y necesitarás tiempo pero ¡vale la pena!. Si llegas hasta el Gran Templo ya te habrás hecho una muy buena idea de lo que es Petra y si no dispones de más tiempo, con llegar aquí es suficiente, pero si quieres exprimir al máximo tu experiencia en esta increíble ciudad, visita la tercera parte. 

La tercera parte comprende el camino entre el Gran Templo y El Monasterio. Es el camino más duro ya que tendrás que subir 750 escalones tallados en la piedra y caminar bastante. Aún así el esfuerzo merece mucho la pena. Es un lugar mágico y con mucha menos gente que el Tesoro, pero en nuestra opinión, igualmente bonito.

Si te apetece conocer El Monasterio, pero no te apetece subir 750 escalones para llegar hasta él, te contamos una manera alternativa de visitar Petra para que puedas elegir la que más se adapta a tus necesidades. 

En la entrada podrás conseguir un mapa donde verás que hay otras rutas que se pueden hacer, una muy conocida es la que lleva hasta el altar de los sacrificios. Nosotros no pudimos hacerla y nos quedamos con muchas ganas.

Opción 1: En orden

Es la opción más habitual, comenzando por la entrada principal desde Wadi Musa. 

De esta manera llegarás al Tesoro en media hora. La desventaja es que la mayoría de la gente decide hacerlo así por lo que habrá aglomeraciones en cada punto del camino. 

Por otra parte, una vez finalizado el recorrido habrá que dar media vuelta ya que no es una ruta circular.

Opción 2: Al revés

Petra no solo es una maravilla por la ciudad construida por los humanos, también lo es por el lugar en el que está situada: un basto terreno montañoso lleno de acantilados serpenteantes, miradores de infarto, montañas pedregosas y áridas llanuras por las que pasean pastores con sus cabras y ovejas. Un lugar que sin lugar a dudas, vale la pena visitar. Por este motivo, una muy buena opción que os recomendamos si tenéis tiempo, buena forma física y os gusta caminar, es hacer la ruta por Petra “al revés”; es decir, empezar desde arriba.

Hay una extensión de Petra, llamada Little Petra que tiene también edificios muy bonitos pero que está a unos cuantos kilómetros del Monasterio y a la que hay que llegar en coche (puede ser el vuestro o en un taxi desde Wadi Musa). La entrada a Little Petra es gratuita y se visita en menos de media hora. En la zona hay un quiosco que vende tickets para entrar a Petra, aunque a nosotros nadie nos lo pidió desde este acceso y nos preguntamos si nos lo podíamos haber ahorrado.

Una vez hayas visitado Little Petra debes recorrer un camino de unas 2-3 horas de duración por la montaña que es realmente espectacular. Por el camino solo encontrarás pastores con sus ovejas y sus cabras. Ese camino conecta directamente con El Monasterio, la parte más elevada de Petra. La ventaja de hacerlo así es, además de disfrutar de una ruta impresionante con unas vistas preciosas, es no tener que subir las miles de escaleras que llegan al Monasterio, ya que podrás bajarlas. 

Si os gusta caminar esta opción es estupenda. Eso sí, hacedlo con tiempo porque es cansado y de camino hay locales que montan pequeños bares donde descansar tomándose algo. Una vez se llega al Monasterio, el recorrido hasta la entrada principal es largo y acabarás agotado, pero satisfecho.

Nosotros comenzamos el paseo desde Little Petra a las 2 de la tarde y llegamos al Monasterio cuando ya no había prácticamente nadie y, aunque es un poco arriesgado porque se te echa el tiempo encima, realmente vale la pena y es una muy buena forma de verlo sin multitudes alrededor. 

En Wadi Musa veréis muchos taxistas que os ofrecerán llevaros hasta ahí, regatead el precio todo lo que podáis porque en coche no son más de 15 minutos.

Después de haber visto una de las 7 maravillas del Mundo Moderno, nos dirigimos al desierto de Wadi Rum donde pasamos dos noches maravillosas. Podéis encontrar toda la información aquí.

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