Wadi Rum, desierto de arena y piedras en Jordania

En un artículo anterior os contábamos cómo llegamos a Jordania y toda nuestra aventura por Petra, podéis leerlo todo aquí. Desde Petra, a tan solo hora y media se encuentra el Wadi Rum, que está considerado uno de los desiertos más bonitos del mundo.

En este artículo os contamos todo sobre este maravilloso lugar en el que pasamos dos días inolvidables. Es un desierto rocoso de un color rojizo completamente mágico. Sus montañas y sus dunas hacen que te transportes a otro planeta. No es de extrañar que haya sido elegido escenario de películas como Lawrence de Arabia, Marte, Transformers o Planeta Rojo.

Hay varias formas de visitar Wadi Rum:

  • Excursión de un día: Desde el Wadi Rum Visitors Center se pueden contratar excursiones de un día por el desierto en un 4×4 que te lleva por los puntos más relevantes. Hay excursiones de día entero o de medio día y todas van parando para que te hagas fotos y visites los lugares más especiales del desierto.
  • Pasar la noche en el desierto: Si tenéis tiempo es la opción que os recomendamos porque hará que vuestra experiencia se mucho más especial y mágica.

Nosotros llegamos al centro de visitantes donde pagamos la entrada (unos 5€ por persona) para acceder al desierto y nos adentramos en el pueblecito donde viven la mayoría de las personas que se dedican al turismo en Wadi Rum. Ahí dejamos el coche y uno de los guías del campamento en el que pasaríamos las dos noches, el Saraya Luxury Camp, nos llevaría hasta nuestra jaima.

Alojarse en Wadi Rum

En el desierto de Wadi Rum hay alojamientos para todos los gustos y bolsillos.

Hay campamentos que se anuncian en booking que dicen costar 0€ la noche (o similar) y por lo que tenemos entendido ¡es cierto!. No cobran el alojamiento en sí, pero si cobran los traslados, excursiones, comidas… Son jaimas sencillas pero perfectas para quienes tienen un presupuesto más ajustado.

También hay campamentos con jaimas «estándar» que no disponen de aire acondicionado o calefacción pero si de baño privado y tienen muy buen precio.

Después de que se rodara ahí la película «Marte», se empezaron a poner de moda las habitaciones-burbuja que son como pequeñas burbujitas transparentes que parecen totalmente de película. También hay algunos campamentos que ofrecen este tipo de habitaciones.

Por último, hay algunos campamentos como en el que nos quedamos nosotros, el Saraya Luxury Camp que ofrecen una experiencia de lujo en el desierto. El Saraya Luxury cuenta con jaimas equipadas con aire acondicionado y calefacción, terraza privada y un baño espectacular, así como una experiencia culinaria absolutamente increíble (si queréis saber más sobre este lugar, mirad nuestro vídeo de YouTube porque vais a alucinar).

Por lo que tenemos entendido, todos los alojamientos ofrecen excursiones por el desierto en 4×4 y comidas en el campamento.

Nuestra experiencia

Nosotros llegamos al campamento ya entrada la tarde, así que ese primer día lo dedicaríamos a disfrutar del alojamiento y las vistas al desierto. Simplemente el recorrido en coche desde el pueblo al campamento ya nos pareció una fantasía. Wadi Rum es un lugar mágico y el campamento en el que nos quedamos fue un absoluto sueño. Todo estaba cuidado hasta el detalle y nuestra jaima era una absoluta preciosidad. Nos pusimos cómodos, hicimos unas fotos, exploramos los alrededores y fuimos a cenar al módulo central. y ¡qué cena!. Nos hicieron una degustación de un montón de platos típicos y estaba todo delicioso.

A la mañana siguiente vino a buscarnos un guía que nos llevaría a recorrer el desierto en 4×4. Por lo que hemos leído, todas las excursiones van a los mismos puntos y en realidad eso es lo menos importante. Para nosotros lo mejor fue ir viendo el espectacular paisaje de arena y rocas que se extiende hasta donde alcanza la vista. Nuestro guía era majísimo y también pasamos muy buen rato hablando con él y conociendo la forma de vida tradicional de los beduinos. Subimos a algunas formaciones rocosas donde las vistas eran preciosas, vimos una roca con forma de champiñón y nos llevó a comer a su casa un guiso de carne típico de ahí ¡que suerte tuvimos!

Luego fuimos a un par de puntos más, dimos un paseo por unas rocas, subimos otras montañas rocosas para hacer fotos y terminamos el recorrido subiendo una duna de arena gigante y bajándola corriendo. ¡Fue un día increíble!

Por último, nos llevó a la mejor zona para ver la puesta de sol y nos encontramos a una mamá camello con su bebé por el camino. Ver el sol poniéndose sobre un mar de rocas rojas fue el broche de oro a nuestra visita al Wadi Rum.

La cena en el campamento fue incluso más impresionante que la del día anterior. Nos prepararon una especie de parrillada de carne típica de esa zona que consiste en enterrar las brasas y la carne en un agujero bajo la arena del desierto y que se cocinen ahí. Estaba riquísimo.

Tristemente a la mañana siguiente dejamos ese lugar mágico atrás porque teníamos que volver a cruzar la frontera con Israel, pero sin duda fue una experiencia increíble que nunca olvidaremos.

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